El último fin de semana de octubre llega el cambio de hora, aunque todos los años tiene cierta polémica entre sus detractores, lo cierto es que a partir de ese momento comienza a anochecer muy pronto y nuestros ritmos cambian.
Pasamos mucho más tiempo en casa y llega el momento de hacer pequeños cambios o completar la decoración para sentirnos mejor. Está demostrado que la decoración impacta en nuestro estado de ánimo y nos transmite emociones.
La búsqueda de luz: cortinas, visillos y estores
La ausencia de horas de luz hace que esta sea mucho más necesaria, está demostrado que una baja exposición a la luz natural reduce la producción de serotonina y no hace más proclives a estados de tristeza.
Las cortinas y estores son esenciales para filtrar la luz y hacerla más agradable. En este caso, va a depender de tus preferencias, puesto que tanto los tejidos screen como los Linodes son perfectos.
En el primer caso, tenemos estores muy prácticos, resistentes y fáciles de limpiar. Gracias al grado de apertura puedes decidir cuánta luz quieres en casa y su tejido es un gran aliado, para aislar tu hogar del frío.
Por su parte, las cortinas y estores de Linodes o Lino Corti son más acogedoras y encajan con los nuevos estilos más slow.
¡Cuidado! La intimidad es fundamental
A la hora de elegir tus nuevos estores y cortinas, la intimidad será determinante. Sobre todo, si vives en una ciudad o en un piso bajo. En este caso, al hacerse de noche pronto puedes barajar la opción de estores a medida o cortinas verticales con tejidos traslúcidos.
Este tipo de tejidos son muy interesantes porque se limpian muy bien, tienen poco mantenimiento, filtran la luz y aíslan tu hogar. Todo ello, sin que nadie puede ver nada desde el exterior, aunque tengas las luces encendidas.